martes, enero 30, 2007

Narcotráfico desafía leyes del gobierno

Miguel Rodriguez

El secretario ejecutivo adjunto de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD), de la OEA, dijo ayer que la contratación de sicarios por parte del narcotráfico internacional para realizar "ajustes de cuenta" es un modus operandi común en ese sector en el que intervienen factores como "lucha de poderes", en las que no se respeta la vida ni la leyes de ningún país del mundo.

Abarham Stein afirmó que la República Dominicana debe afianzar su representación ante los organismos internacionales como los que él representa, así como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a fin de recibir el respaldo internacional para la lucha contra el narcotráfico.

Stein fue entrevistado por reporteros de HOY previo a su salida del país y posterior a una visita oficial al presidente Leonel Fernández, el secretario de Interior y Policía, Franklin Almeyda Rancier, la presidenta del Consejo Nacional de Droga (CND), doctora Mabel Féliz Báez, y el presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), mayor general Rafael Radhames Ramírez Ferreira.

Stein afirmó que en las entrevistas que sostuvo en el país trató temas importantes como los controles de químicos y farmacéuticos, las medicinas controladas por recetas, el control de los bienes incautados por narcotráfico, entidad de inteligencia financiera y control de lavados de activas y se hizo mención de la prevención y la educación.

Resaltó la importancia de que la República Dominicana tenga su representación en entidades internacionales como la ONU y la CICAD, cuya representante es la doctora Mabel Féliz Báez, quien a su juicio tiene un buen liderazgo. "Eso pone a la República Dominicana en una posición muy buena, internacionalmente hablando".

Stein insistió en que el problema de la lucha contra el narcotráfico tiene sus bemoles porque los narcotraficantes manejan cantidades de dinero impresionantes. En ocasiones tienen mejores equipos que las policías y los ejércitos, por lo que es difícil ir delante de ellos.

"Se hace porque este es una guerra. Los gobiernos tienen que respetar las leyes y derechos humanos, pero los narcotraficantes no.

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