lunes, marzo 12, 2007

Dos cervezas pequeñas bastan para dar positivo



Miguel Rodriguez

SANTO DOMINGO.-Con consumir dos cervezas pequeñas, un conductor de 170 libras da positiva en la prueba del alcoholímetro según los rangos de medidas establecidos por la Secretaría de Interior y Policía.

Según los cálculos internacionales dos botellas de cervezas pequeñas representará en el aliento 0,25 mg/l, medida esta que aplica la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET) para prohibirle a los conductores que maneje bajo los efecto del alcohol.

Asimismo, un individuo del referido peso que tome dos tragos de whisky le reflejará en el aliento un 0,25 mg/I, mientras que en la sangre representará 0,5g/L, produciendo que la pantalla del alcoholímetro se torne de color naranja- verde, lo cual indicará que conductor no puede conducir.

En el caso de los vinos el individuo que se tome dos copas y media de esa bebida en la sangre se reflejaría 0,5g/L de alcohol, mientras que en la tasa del aire sería 0,25 mg/L, lo que te indica que también daría positivo a la prueba de la alcoholímetro.

Otras mediciones señalan que la máxima tasa de alcoholemia que puede alcanzar una persona depende de una serie de variables como: La cantidad de alcohol ingerido ya que “cuanto más se haya bebido mayor será la cantidad de alcohol en sangre y en aire; el tipo de bebida que se consuma y la rapidez con que se ingiera. además si se ha comido o no”.

También dependerá el peso de la persona, en el caso del sexo y dándose las mismas circunstancias, las mujeres suelen reflejar una mayor tasa de alcoholemia. En cuanto a la edad el consumo de alcohol suele afectar más a los menores de 25 años y a los mayores de 60.

Efectos del alcohol en una persona conduciendo.

Los efectos más destacables cuando una persona esta conduciendo son los siguientes: Disminución en los reflejos, sensación de excitación y sobrevaloración de las propias capacidades, aumenta el tiempo necesario para reaccionar ante un peligro inesperado. Disminuye por tanto, la capacidad para calcular distancias y velocidades. Disminuye la agudeza visual y aumenta la sensibilidad al deslumbramiento.

Se pierde el autocontrol: el sujeto se vuelve agresivo e irritable. Los movimientos se vuelven torpes, dando lugar a frenazos, zigzagueo y volantazos. Se presentan problemas de equilibrio y alteraciones en el oído y en el habla: disminuye la agudeza auditiva y se traba la lengua. Aumenta la resistencia al dolor por el efecto sedante que tiene el alcohol. Se producen alteraciones respiratorias. Falla la memoria y la capacidad de orientación. Produce somnolencia.

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