miércoles, febrero 28, 2007

En Samaná se venden las drogas “como harina en el colmado”



Miguel Rodriguez

SAMANA.- La gobernadora Elsa de León denunció ayer que en esta ciudad las drogas se venden "como harina en el colmado" y se quejó de la ineficiencia de los operativos que realizan los agentes de la Dirección Nacional de Control Drogas (DNCD).
Asimismo, calificó como "un gran problema y un peligro para el turismo y los munícipes" de la provincia, la gran cantidad de haitianos indocumentados que residen en la zona, de los cuales añadió que muchos se comportan de manera agresiva.
Atribuyó ese problema social a la ineficiencia en sus labores de los inspectores de la Oficina General de Migración de servicio en la provincia y en esta región Nordeste.
"La Dirección (de Migración) viene, pero qué importa que venga, si cuando llegan a los puntos ya no hay nada. Hay alguien adentro que les avisa a los vendedores. Cuando se hace un operativo, los puntos están avisados ¿Cómo se filtra esa información?", preguntó.

Sostuvo que años atrás en esta ciudad y en la provincia no había drogas, pero que últimamente se ha incrementado el consumo y venta, sobretodo, entre los jóvenes.
“La República Dominicana, antes era un puente y ahora se está consumiendo. Samaná está igual que otros pueblo con alto consumo de drogas", afirmó la gobernadora De León.
Lamentó que menores de edad sean utilizados por los narcotraficantes como distribuidores, gracias a la debilidad del Código del Menor, que castiga los hechos delictivos cometidos por menores con penas no mayor de dos años.
"A los menores deberían de juzgarlos como adultos después de los 16 años, porque no me digas tú a mí que un muchacho de esa edad no tiene conocimiento de que está matando a una persona, consumiendo drogas", sostuvo.
Manifestó que en esta ciudad hay muchos niños y adolescentes que están consumiendo y vendiendo drogas.
Dijo que producto de la situación de intranquilidad y desasosiego que padece la región, ha motivado que los jóvenes sin vicios y con deseos de superación tengan que emigrar a otras ciudades, porque en ésta no hay fuentes de empleos ni lugares de sana diversión.
"Si tu sales de noche en Samaná tu no ves juventud. Mi apreciación es que Samaná se ha quedado con poca juventud sana, porque la mayoría se ha ido a estudiar y a trabajar a otras ciudades. La poca que queda está muy metida en vicios, sobre todo, en las drogas", explicó la funcionaria.

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