miércoles, mayo 02, 2007

Parqueos paralelos convierten en un caos la circulación vial




SANTO DOMINGO.- El estacionamiento de vehículos a ambos lados de calles y avenidas, y en muchos casos hasta en medio de las vías, ha convertido el tránsito de vehículos y peatones en un caos en la Capital y la provincia Santo Domingo, pese a la prohibición de la Ley 241 de Tránsito Terrestre. El parqueo indiscriminado de vehículos se observa incluso en los alrededores de las arterias comerciales, estaciones de bomberos y hospitales, donde se dificulta el acceso y salida de vehículos.

El problema obedece a la falta de estacionamiento en la Capital y la provincia Santo Domingo, donde la mayoría de las vías, sin importar lo estrechas que sean, quedan reducidas a 1 y 2 carriles.

En algunos puntos los munícipes se sienten desplazados porque las aceras son también ocupadas por vehículos, teniendo los peatones que tirarse a la calzada para transitar, como afirmó Carmen Castro en la calle Marcos Ruiz (Antigua 20), del barrio Villa Juana de la Capital.

En la calle Federico Velásquez, donde funciona el Hospital Luis Eduardo Aybar y el Instituto de la Piel, en el sector María Auxiliadora, el taxista Agustín Florentino dijo que ha visto con frecuencia cómo las ambulancias que llegan a las emergencias confrontan serios problemas para penetrar a esos centros, lo que pone en peligro la vida de los pacientes.

Situaciones similares se registran en las calles Profesor Aliro Paulino y la Fantino Falco del exclusivo sector de Naco, donde operan el Hospital de las Fuerzas Armadas y varias clínicas. Ocurre igual en la calle Luis F. Thomen, del sector El Millón. El malestar provoca pérdida de tiempo y un gasto excesivo de combustibles por los taponamientos que ocurren a cualquier hora del día, pero también se ha vuelto un negocio lucrativo para muchos “buscones”, que se convierten en franqueadores de vehículos, ayudando a los conductores que hacen malabares para estacionarse y luego garantizándole el cuidado de su vehículo. Estos cobran dependiendo de la hora y los servicios que ofrecen, entre los que figuran lavado del vehículo y la colocación de cartones para contrarrestar los rayos del sol. El drama se repite en las inmediaciones del Grupo Médico Asociados y en el edificio de la Secretaría de Bellas Artes, donde se suma el uso de las calzadas establecidas como parqueos perpendiculares a las aceras, como ocurre en la marginal de la avenida San Martín.

Entre las áreas críticas figuran las calles Mayor Valverde y Paseo de Los Ferreteros en Miraflores; la Moca, Tunti Cáceres y la José de Jesús Ravelo, en Villa Juana; la Manuela Diez y Peña Batlle, en Villa Consuelo, así como la avenida Duarte y la mayoría de las calles del entorno de esta arteria comercial, donde la proliferación de las exportadoras congestiona cada día más de vehículos esas zonas.

Mario Chabebe, presidente de la Asociación de Comerciantes de Villa Consuelo, aboga porque el nuevo mercado del mismo nombre, sea dotado de suficientes parqueos, ya que el lugar esta súper congestionado, lo que dificulta el acceso de los clientes al lugar.

“Pedimos al Ayuntamiento que mejore la situación, así como a la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet) con el establecimiento de agentes que velen por el orden”, dijo.

Hospitales
Carlos Tomás Paredes, autor del libro “Pare”, que contiene orientaciones sobre el tránsito, dirigido a conductores, pasajeros y peatones, insistió que en el caso de los hospitales, que son entidades de servicio de primer orden a nivel mundial, no se permite el aparcamiento de vehículos en sus alrededores, especialmente en sus áreas de acceso.

“Tampoco al frente o las proximidades de las estaciones de bomberos, en los cuarteles policiales y militares, como además en ciertas áreas de los colegios. Todas esas zonas donde no es permitido parquearse deben estar señalizadas con rótulos verticales que indiquen el no estacionamiento o la señalización horizontal amarilla”, explicó Paredes.

Empero, dijo que esos lugares lucen en su mayoría desprovistos de señales y que los agentes de tránsito deben poner orden en su entorno, donde también se agrava el problema porque están instalados vendedores informales que ofertan diferentes tipos de mercancías, especialmente en la parte alta de la ciudad.

AVENIDAS
En importantes avenidas como la Sarasota, Bolívar y la Prolongación Independencia también se repiten escenas similares, especialmente donde operan grandes centros comerciales, con la diferencia de que los tramos son de cuatro y seis carriles, y afecta menos el tránsito vehicular. Ocurre igual en la Zona Colonial, donde el Ayuntamiento del Distrito Nacional creó una Unidad Gestora que velará por el rescate de esa zona turística. En el lugar se tiene previsto establecer varias vías peatonales para evitar el congestionamiento vehicular.

En la avenida Padre Castellanos existe la particularidad de que los propitarios de vehículos ocupan las aceras con toda naturalidad, como si se tratase de algo ya autorizado por las autoridades municipales y de tránsito. La gente no se inmuta, como ocurre en Villa Consuelo, donde el comercio se ha adueñado de las aceras, utilizando esas áreas peatonales como depósito de toda clase de desechos, muebles de madera, camas de hierro u otros artefactos que ofrecen al público.

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